¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas aman lo que hacen mientras que otras simplemente cumplen con sus tareas laborales sin pasión ni entusiasmo? La respuesta se encuentra en el concepto de la «Motivación 3.0», que impulsa a las personas a buscar la perfección en su trabajo y les brinda una sensación de flujo y pasión que los hace sentir vivos.
En Estados Unidos, el 50% de los empleados no se siente comprometido con su trabajo. Realizan sus deberes, pero la chispa de la pasión brilla por su ausencia. Esto ocurre porque muchas personas no están lo suficientemente involucradas en sus labores y carecen de oportunidades para su desarrollo personal. Su deseo de alcanzar la perfección está sofocado, y con ello, su compromiso laboral.
Pero echemos un vistazo al otro lado del espectro. Observemos a los artistas, esos pintores que trabajan incansablemente en sus obras durante horas y horas. Lo que los impulsa es su deseo de perfección, y esto los lleva a experimentar el estado de flujo, donde se concentran por completo en su trabajo, olvidando el mundo que los rodea.
Este estado de flujo no se limita a los artistas; también lo encuentras en otras profesiones. Los deportistas aman el juego y buscan la excelencia. Los informáticos desean crear programas más avanzados. Los fotógrafos buscan capturar la imagen perfecta con cada clic.
La clave de todo esto es la «Motivación 3.0», un impulso interior para alcanzar la perfección. Esto les permite mejorar constantemente en lo que les importa y les brinda pasión y compromiso en su búsqueda. Aunque el estado de flujo es episódico, va de la mano con el deseo de perfección, lo que lleva a nuevos momentos de flujo. Incluso pequeños éxitos en un proyecto en curso y la creencia en la mejora continua pueden ser suficientes para mantener esta motivación.
Algunas personas creen que nuestras habilidades son fijas desde el nacimiento, que no importa cuánto se esfuercen, nunca podrán mejorar en algo. Sin embargo, aquellos que creen en su capacidad de desarrollo trabajan incansablemente para mejorar.
Esto también se aplica en el ámbito empresarial. Cuando los gerentes asignan tareas que fomentan la mejora, los empleados experimentan el estado de flujo y llegan al trabajo con pasión y dedicación.
En resumen, la «Motivación 3.0» es la clave para encender la pasión por la perfección en el trabajo. Cuando las personas se esfuerzan por la excelencia, experimentan la magia del estado de flujo y trabajan con dedicación y pasión. Entonces, ¿qué estás esperando? ¡Enciende tu propia motivación 3.0 y busca la perfección en lo que haces!