¿La mente es solo nuestra? Replanteando la cognición en la era digital
Cuando pensamos en nuestra mente, lo primero que imaginamos es el cerebro, ese órgano complejo lleno de neuronas disparando sin cesar. Pero, ¿qué pasa si te digo que tu smartphone es una parte esencial de tu proceso de pensamiento? No, no es una exageración. Cada vez que buscas información en tu teléfono o consultas tu calendario para recordar una cita, ese dispositivo actúa como una extensión genuina de tu cognición. Esto nos lleva a la fascinante teoría de las “4 E’s de la cognición”: Embodied, Embedded, Extended y Enactive.
Esta idea puede parecer revolucionaria o incluso aterradora, pero tiene mucho respaldo en la ciencia cognitiva. Pensemos en lo siguiente: cuando olvidas tu teléfono en casa, ¿no sientes una especie de desconexión? Esto no solo es un hábito moderno, sino una pista de cómo hemos empezado a depender de nuestras herramientas tecnológicas como parte de nuestro propio “yo”.
1. Embodied (Corporizada)
El pensamiento no solo ocurre en la cabeza; también está profundamente influenciado por nuestro cuerpo y nuestras sensaciones. Francisco Varela y Evan Thompson explican que nuestra cognición está ligada a cómo experimentamos el mundo físicamente. Por eso, frases como “esa idea es pesada” o “me llegó al corazón” no son simples metáforas: reflejan cómo procesamos la realidad a través del cuerpo.
Libro recomendado: The Embodied Mind – Francisco Varela, Evan Thompson y Eleanor Rosch.
Esta obra profundiza en cómo las experiencias sensoriales moldean nuestro pensamiento.
2. Embedded (Embebida)
Nuestra mente se adapta y se “ancla” al entorno en el que nos movemos. Es como cuando un arquitecto dibuja sus planos: el acto físico de diseñar y plasmar ideas en papel es, en sí mismo, un proceso de pensamiento. Andy Clark señala que muchas veces no distinguimos entre pensar y manipular nuestro entorno.
Libro recomendado: The Cambridge Handbook of Situated Cognition – Philip Robbins y Murat Aydede.
Este libro examina cómo el contexto y el entorno influyen en la mente humana.
3. Extended (Extendida)
Si un elemento externo cumple una función cognitiva similar a la de nuestra memoria o razonamiento, ¿por qué no considerarlo parte de la mente? Clark y Chalmers explican que, cuando recordamos un dato con ayuda de un smartphone, estamos externalizando nuestro proceso mental. Desde esta perspectiva, perder el teléfono es casi como olvidar una parte de uno mismo.
Libro recomendado: Supersizing the Mind – Andy Clark.
Aquí se explora la idea de que las herramientas tecnológicas no son meros accesorios, sino auténticas extensiones de nuestra mente.
4. Enactive (Enactiva)
La mente no es un “programa” aislado que corre en un cerebro. Según Di Paolo y otros investigadores, surge de la interacción dinámica entre cerebro, cuerpo y entorno. Pensar no es solo recibir información; es actuar en el mundo y cambiar con él. Este enfoque subraya la importancia de la experiencia vivida para la formación de nuestras ideas.
Libro recomendado: Enaction: Toward a New Paradigm for Cognitive Science – John Stewart, Olivier Gapenne y Ezequiel Di Paolo.
Esta obra redefine la cognición como un fenómeno activo que emerge de nuestras interacciones.
5. Nomofobia y el futuro de la cognición
La ansiedad que sentimos al separarnos de nuestros dispositivos ha sido bautizada como “nomofobia”. Este término ilustra lo íntimamente conectados que estamos con nuestras herramientas tecnológicas. Shapiro argumenta que, si consideramos la tecnología como una extensión natural de nuestras capacidades cognitivas, deberíamos diseñar interfaces que se sientan más como “extensiones de nuestra mente” y no simples herramientas externas.
Libro recomendado: The New Mind Readers – Russell A. Poldrack.
Este libro explora cómo las herramientas tecnológicas actuales nos permiten visualizar y comprender el funcionamiento de la mente humana.
Reflexión final
Las “4 E’s de la cognición” nos invitan a repensar qué es la mente y cómo la tecnología y el entorno influyen en nuestro pensamiento. Esto tiene enormes implicaciones en la educación, la tecnología y hasta en nuestra concepción del “yo”. La próxima vez que uses tu smartphone, piensa en esto: ¿es solo una herramienta o una extensión de tu mente? La respuesta podría cambiar para siempre cómo entiendes tu relación con el mundo.