Vamos a charlar un rato sobre algo que todos, de una manera u otra, hemos vivido o viviremos en nuestros trabajos. Esto de promover a la gente basándose en cómo se han desempeñado en el pasado suena, ¿cómo les digo?, bastante lógico y hasta motivador. No es ningún secreto que a todos nos gusta sentir que nuestro esfuerzo se ve recompensado, y si hablamos de trabajo, mucho más. Es como decir: «Mira, tú te has partido el lomo este año, así que toma, aquí tienes algo bonito para que sigas así». Y ese «algo bonito» puede ser una promoción.
Ahora bien, la idea detrás de esto es más profunda de lo que parece a primera vista. Por un lado, tenemos la opción de tirar la casa por la ventana y ofrecer un salario que haga que hasta tu vecino quiera venir a trabajar contigo. Pero, seamos sinceros, eso a veces no es tan viable porque, bueno, no todos tenemos el bolsillo de Jeff Bezos. Así que entra en juego la otra opción: darle a la gente la oportunidad de subir de puesto. Esto, amigos míos, es oro puro para muchos porque no solo significa que vas a tener más responsabilidades (y esperemos que acompañadas de una mejora salarial), sino que también es algo que puedes añadir a tu CV y presumir en la próxima reunión familiar.
¿Y por qué esto es tan atractivo? Bueno, porque vivimos en una sociedad donde tu estatus puede cambiar la forma en que la gente te ve (y seamos realistas, a muchos eso les importa). Además, intenta poner en tu currículum cuánto ganas; no queda muy profesional que digamos. Pero si pones que te promovieron después de liderar un proyecto exitoso, eso ya es otra historia.
En resumen, hay dos maneras de motivar a la gente en el trabajo: llenándoles los bolsillos o dándoles la llave para subir en el escalafón. Ambas tienen sus pros y sus contras, pero lo importante aquí es encontrar el equilibrio perfecto para mantener a tu equipo motivado sin tener que vender un riñón en el proceso.
5 puntos clave a considerar sobre este tema:
- Motivación a través del reconocimiento: La promoción como recompensa al esfuerzo y rendimiento es una forma de reconocimiento muy valorada.
- Costo-Efectividad: Promover puede resultar más económico para la empresa que ofrecer grandes aumentos salariales.
- Balance entre salario y desarrollo profesional: Es crucial encontrar un equilibrio que satisfaga tanto las necesidades económicas como las aspiraciones profesionales del empleado.
- Impacto en el currículum: Las promociones son hitos profesionales importantes que contribuyen al desarrollo de la carrera.
- Cultura de empresa: Fomentar un ambiente donde el rendimiento y el esfuerzo sean reconocidos puede mejorar significativamente la moral y la productividad del equipo.
Referencias:
Resumen de el «Principio de Peter», escrito por Laurence J. Peter,