Vamos a hablar de algo que a muchos nos cuesta entender, pero que es crucial: aprender y trabajar son lo mismo. Sí, así como lo lees. Y te voy a contar por qué debería importarte.
Primero que nada, ¿has notado que hay gente que parece tener un turbo en su rendimiento? Bueno, el secreto está en que aprenden a una velocidad de vértigo. Y aquí viene la parte interesante: aprendemos como rayos cuando realmente estamos enchufados, cuando vemos el mundo en HD, tal cual es, y no como una versión editada por nuestros deseos o miedos.
El aprendizaje, entonces, es más un asunto de estar al 100 con lo que pasa a tu alrededor que de sentarte a que te llenen la cabeza de datos. Es mirar todo con ojos de niño, sin juzgar, sin querer remodelar el mundo a cada rato. Pero ojo, si te subes al tren de la ansiedad o te bajas en la estación de “no acepto esto”, el aprendizaje se pone en cámara lenta.
Ahora, la parte que te volará la cabeza: la mayoría de las veces, ya sabemos lo que tenemos que hacer. El meollo está en que nos cuesta un mundo poner en práctica ese conocimiento. Esto es lo que llaman el Juego Interior, y aquí no hay lugar para aprender trucos nuevos de un jefe o un gurú. La movida es cambiar cómo usamos lo que ya está en nuestra canasta.
Y aquí viene el golpe de gracia: creer que necesitamos más presión para sacar adelante las cosas es un error de cálculo. La presión nos congela, no nos libera, aunque toda la vida nos hayan dicho lo contrario.
Los 5 puntos claves para entender esta temática:1
. Aprender = Trabajar: Entiende que no son actividades separadas, sino dos caras de la misma moneda.
2. La atención es clave: Si no estás presente, te estás perdiendo de aprender.
3. Sin juicio ni control: Ver el mundo tal y como es, sin querer cambiarlo a cada momento, facilita el aprendizaje.
4. La ansiedad y la aceptación: Tener poca tolerancia a la frustración o resistirse a lo nuevo frena tu capacidad de aprender.
5. El Juego Interior: No se trata de acumular más conocimiento, sino de utilizar de forma óptima lo que ya sabes.
Referencia
Para profundizar en este tema, te recomiendo el libro “El Juego Interior del Tenis” de W. Timothy Gallwey. Aunque hable principalmente de tenis, los conceptos son aplicables a cualquier área de la vida, incluido el trabajo y el aprendizaje. Este libro es un clásico en el tema del rendimiento personal y profesional.
Este libro te abrirá los ojos sobre cómo nuestra mente interfiere en nuestro rendimiento y cómo podemos gestionarla mejor.