Imagínate que tu mente es un videojuego. Pero en lugar de zombis o alienígenas, tus enemigos son tus propias dudas, miedos y ese diablillo que te susurra al oído que no vas a poder. Suena familiar, ¿verdad? Esto es lo que llamo el “juego interior”, y créeme, es el más desafiante de todos.

Primero, vamos a ser sinceros. Todos hablamos con nosotros mismos. No me refiero a planear en voz alta qué cenar, sino a esas conversaciones profundas y a veces críticas que tenemos en la soledad de nuestra mente. Este diálogo interno puede ser tu mejor coach o tu peor enemigo. ¿Sabías que la forma en que te hablas puede influir en cómo manejas el estrés, las presiones y los desafíos? Sí, así de poderosas son tus palabras internas.

Pongamos un ejemplo: te enfrentas a una presentación importante en el trabajo. Si tu diálogo interno es algo así como “Voy a fracasar, no sé por qué me molesté en intentarlo”, ¿cómo crees que te va a ir? Exacto, probablemente no muy bien. Pero, ¿y si cambias el guion a “Esto puede ser un desafío, pero me he preparado y puedo manejarlo”? La situación no ha cambiado, pero tu percepción sí, y eso, amigos míos, puede cambiar el juego.

Ahora, el truco está en ser consciente de este juego interior y aprender a dirigirlo a tu favor. No es fácil, claro que no. Requiere práctica, paciencia y, sobre todo, comprensión de que tu mente es tan entrenable como tus músculos. ¿Has visto a alguien levantar pesas una vez y ya estar listo para el Mr. Olympia? No, ¿verdad? Lo mismo va para tu mente.

Este juego interior es fascinante porque, al final del día, la única persona con la que realmente estás compitiendo eres tú. Tus limitaciones, tus miedos, tus expectativas. Superarlos no solo te hace más fuerte ante las situaciones estresantes externas, sino que también te empodera para alcanzar metas que antes parecían imposibles.

Así que, ¿estás listo para ser el campeón de tu propio juego interior? Recuerda, la victoria más grande es conquistarte a ti mismo. Y eso, amigos, es un nivel de éxito que vale toda la lucha.

Referencia:

Un libro genial que profundiza en este tema es “El Juego Interior del Tenis” de W. Timothy Gallwey. No te dejes engañar por el título; aunque usa el tenis como metáfora, los principios son aplicables a cualquier área de la vida. Gallwey te enseña a luchar contra los enemigos internos y a utilizar tu diálogo interno a tu favor. Es una lectura obligada para quien quiera dominar el arte de manejar el estrés y las presiones externas mediante un fuerte juego interior.

Aquí tienes el enlace a Amazon España para que puedas echarle un vistazo.

Y recuerda, el mayor desafío y la victoria más satisfactoria siempre estarán dentro de ti. ¡A jugar se ha dicho!