¿Cómo controlar las emociones negativas?

Existen muchas formas de controlar las emociones negativas

En la vida cotidiana, todos experimentamos emociones negativas en algún momento u otro. Ya sea el enojo, la tristeza o el estrés, estas emociones pueden afectar nuestra salud mental y física si no se gestionan adecuadamente. En este artículo, exploraremos diversas formas de controlar las emociones negativas, centrándonos en el enojo y la tristeza.

El Enfado: Una Emoción Destructiva

El enfado es una emoción negativa que puede ser altamente destructiva si no se controla. Se alimenta a sí mismo a través del diálogo interno que la persona despliega. A menudo, las personas justifican su enojo como una forma de sentirse mejor, pero en realidad, esto solo empeora la situación. Cuanto más vueltas le damos al asunto, más enfadados nos sentimos, y más razones encontramos para descargar nuestra ira en los demás. El enfado se construye sobre sí mismo y atrapa nuestras estructuras cerebrales, anulando toda guía cognitiva.

El enfado suele originarse en la sensación de amenaza, ya sea física o en contra de la autoestima y el amor propio. Esto lo convierte en una emoción incontrolable e incluso euforizante. Aumenta las probabilidades de sufrir duelos personales, endeudamientos, enfermedades psicosomáticas, ataques de pánico, estrés crónico y disfunciones sexuales. La creencia de que expresar abiertamente el enfado es la mejor forma de combatirlo es falsa. Los arranques de ira solo aumentan la excitación emocional y la sensación de irritación.

Controlando el Enfado

La mejor forma de acabar con el enfado es a través del reencuadre de la situación. Esto implica añadir información adicional que explique mejor lo que ha sucedido desde un punto de vista más positivo. A menudo, un poco de información positiva adicional puede debilitar considerablemente el enfado. También es útil cambiar el enfoque de atención, rompiendo la cadena de pensamientos negativos que solo alimentan la ira.

Como dijo Benjamin Franklin, «Siempre hay razones para estar enfadados, pero rara vez son buenas». Aprender a discernir y controlar el enojo es esencial para mantener una salud mental y emocional óptima.

La Tristeza: Un Estado de Ánimo Peligroso

La tristeza es otra emoción negativa que puede ser peligrosa si no se controla adecuadamente. A menudo, el aislamiento y la rumiación solo contribuyen a aumentar la sensación de soledad. Si la tristeza se vuelve crónica, puede convertirse en depresión, afectando gravemente la salud mental y física de una persona, incluso llevándola al suicidio.

Controlando la Tristeza

La terapia cognitiva ha demostrado ser eficaz para reorientar las estrategias de pensamiento que originan la tristeza constante. Identificar, cuestionar y relativizar los pensamientos que desencadenan la obsesión es un paso crucial. Además, definir actividades agradables que sirvan como distracción puede ayudar significativamente.

La tristeza, al igual que el enfado, se puede aprender a controlar. Existen numerosas estrategias de PNL (Programación Neurolingüística) que pueden ayudar a mejorar el control de las emociones. A veces, el estrés de tener muchas responsabilidades puede generar ansiedad innecesaria, y en este sentido, aplicaciones como Nozbe pueden ayudar a gestionar adecuadamente las tareas diarias.

Recuerda, siempre hay cosas que se pueden hacer para controlar las emociones negativas:

  1. Identifica tus emociones: A veces, es difícil controlar nuestras emociones si no sabemos exactamente qué es lo que estamos sintiendo. Trata de identificar tus emociones y los factores que pueden estar contribuyendo a ellas.
  2. Practica la respiración profunda: La respiración profunda puede ayudarte a calmar tu sistema nervioso y a reducir la tensión. Trata de tomar unos minutos para respirar profundamente y concentrarte en tu respiración.
  3. Haz ejercicio: El ejercicio puede ayudarte a liberar la tensión y a mejorar tu estado de ánimo. Trata de hacer ejercicio regularmente y siempre que te sientas abrumado o estresado.
  4. Habla sobre tus emociones: Compartir tus emociones con alguien de confianza puede ayudarte a procesar lo que estás sintiendo y a encontrar soluciones para los problemas que te estén causando estrés.
  5. Practica la meditación o la técnica de relajación: La meditación y otras técnicas de relajación pueden ayudarte a controlar tus pensamientos y a reducir las emociones negativas.
  6. Busca ayuda profesional: Si tienes dificultades para controlar tus emociones o si están afectando significativamente tu vida diaria, es posible que necesites buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero.

 

¿Cómo puedo saber que tengo pensamientos negativos?

Hay algunas señales comunes de que puedes tener pensamientos negativos:

  • Te sientes abrumado o estresado con frecuencia.
  • Tienes dificultad para ver el lado positivo de las cosas.
  • Te sientes crítico contigo mismo o con los demás.
  • Te sientes ansioso o deprimido con frecuencia.
  • Tienes dificultad para concentrarte o tomar decisiones.
  • Te sientes pesimista o sin esperanza.
  • Si reconoces alguna de estas señales en ti mismo, es posible que tengas pensamientos negativos. Trata de prestar atención a tus pensamientos y a cómo te sientes para poder identificar cuándo tienes pensamientos negativos.

 

¿Cómo puedo convertir un pensamiento negativo en un pensamiento positivo?

Hay algunas cosas que puedes hacer para convertir un pensamiento negativo en un pensamiento positivo:

  1. Identifica el pensamiento negativo: Primero, es importante identificar qué pensamiento es el que te está afectando de manera negativa.
  2. Cuestiona el pensamiento: Pregúntate si el pensamiento es cierto o si hay evidencia en contra de él. Trata de buscar pruebas que apoyen tu pensamiento positivo.
  3. Reemplaza el pensamiento negativo con uno positivo: Una vez que hayas identificado el pensamiento negativo y hayas cuestionado su veracidad, trata de reemplazarlo con un pensamiento más positivo. Por ejemplo, si te dices a ti mismo «soy un fracasado», trata de reemplazar ese pensamiento con algo como «he tenido dificultades en el pasado, pero he aprendido de ellas y puedo tener éxito en el futuro».
  4. Practica la afirmación: Las afirmaciones son oraciones que afirman algo positivo sobre ti mismo. Trata de utilizar afirmaciones para reemplazar tus pensamientos negativos con pensamientos más positivos.
  5. Busca apoyo: Si tienes dificultad para controlar tus pensamientos negativos, es posible que necesites buscar ayuda de un terapeuta o consejero. Ellos pueden ayudarte a identificar y cambiar tus patrones de pensamiento negativo.

 

http://observatorio-lectura.info/donde-esta-papa-4-reflexiones-para-padres-pnl-despistados/