Las notas, ese montón de garabatos y palabras escritas en apuntes que solemos tomar en clase o en reuniones, a menudo pasan desapercibidas.

Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar por qué las tomamos y qué propósito realmente cumplen? En realidad, las notas tienen dos funciones principales que a veces olvidamos: el registro de aprendizaje y la orientación de atención.

Primero, hablemos del registro de aprendizaje. Cuando estamos en clase o escuchando a alguien hablar en una reunión, nuestro cerebro está funcionando a toda marcha para procesar la información. Pero aquí está el truco: nuestra memoria a corto plazo es como una canasta de frutas que puede dejar caer las manzanas en cualquier momento. Es decir, olvidamos cosas. ¡Y olvidamos más de lo que nos gustaría admitir! Entonces, ¿qué hacemos? Tomamos notas. Al escribir lo que escuchamos o aprendemos, estamos creando un registro tangible de información que podemos consultar más tarde. Es como poner las manzanas en una bolsa para que no se caigan. Esto nos ayuda a recordar lo que hemos aprendido y a recuperarlo cuando lo necesitamos.

Ahora, hablemos de la orientación de atención. Vivimos en un mundo lleno de distracciones: notificaciones en nuestros teléfonos, conversaciones en segundo plano, pensamientos dispersos. Tomar notas también nos ayuda a mantenernos enfocados. Cuando estamos escribiendo, estamos comprometidos con la tarea, y nuestra atención se dirige a lo que se está diciendo o enseñando. Esto va más allá de la mera recopilación de datos; implica un proceso de profundidad en el que realmente estamos absorbiendo y procesando la información.

Entonces, ¿por qué es tan importante la atención? Bueno, la profundidad del procesamiento es clave para la retención y comprensión de la información. Si solo recopilamos datos de manera pasiva sin prestar atención real, es como llenar una canasta de frutas agujereada: todo se cae. Pero cuando estamos atentos y comprometidos, estamos haciendo que la información se adhiera a nuestra memoria a largo plazo. Estamos construyendo un conocimiento sólido que podemos utilizar en el futuro.

En resumen, las notas no son solo garabatos en papel. Son una herramienta poderosa para el aprendizaje y la atención. Nos ayudan a recordar lo que aprendemos y a mantenernos enfocados en el proceso. Así que la próxima vez que tomes notas en clase o en una reunión, recuerda que estás haciendo mucho más que escribir palabras; estás construyendo tu propio camino hacia el conocimiento.