El ascetismo, esa práctica milenaria de renunciar a los placeres mundanos en búsqueda de la verdad espiritual, ¿qué tiene de liberador? ¿Cómo puede ser que renunciar a la riqueza y a los lujos nos haga sentir más libres que nunca? Bueno, para entender este fenómeno, primero hay que considerar una verdad incómoda: perder toda tu fortuna es mucho menos doloroso que perder solo la mitad.
Imagina esto: has trabajado duro durante años, has acumulado una gran cantidad de riqueza, te has acostumbrado a un estilo de vida lujoso. De repente, algo sale mal. Pierdes una parte significativa de tu fortuna, pero aún conservas una porción considerable. ¿Cuál crees que sería tu reacción? Probablemente te sentirías devastado, enojado, frustrado. La pérdida parcial te recordaría constantemente lo que tenías y lo que has perdido. La sensación de vacío y la preocupación por el futuro podrían ser abrumadoras.
Ahora, considera lo contrario: perder toda tu fortuna de una vez. Sí, sería un golpe duro. Pero aquí está la diferencia clave: no hay nada que conservar. No hay una porción restante para lamentar o extrañar. De repente, estás liberado de las cadenas de la riqueza material. No tienes más nada que perder. Es como un reinicio total. Y esa sensación de liberación puede ser profundamente liberadora.
El ascetismo opera bajo este principio fundamental. Al renunciar voluntariamente a los lujos y placeres materiales, uno se libera del constante apego y preocupación por la riqueza. En lugar de basar tu felicidad en posesiones materiales, comienzas a encontrarla en aspectos más esenciales de la vida: relaciones significativas, crecimiento espiritual, conexión con el mundo que te rodea.
Claro, el ascetismo no es para todos. No todos están dispuestos a renunciar a los placeres mundanos en favor de una vida más simple y despojada. Pero para aquellos que lo eligen, el ascetismo ofrece una vía hacia la verdadera libertad, más allá de las limitaciones impuestas por la riqueza material.
En resumen, como dice el proverbio, “menos es más”. A veces, perder todo puede ser más liberador que perder solo una parte. Y el ascetismo nos recuerda esta verdad fundamental en un mundo obsesionado con la acumulación de riqueza y posesiones.
Referencia bibliográfica:
Libro: “The Art of Happiness” by Dalai Lama and Howard Cutler. Este libro ofrece una perspectiva profunda sobre la búsqueda de la felicidad más allá de las posesiones materiales, explorando temas como el desapego y la importancia de las relaciones significativas.