La importancia de la concentración en la vida laboral: cómo el estado de profundidad puede maximizar nuestro sentido y satisfacción en el trabajo

La vida laboral ocupa gran parte de nuestro tiempo y es una parte fundamental en nuestra existencia. Sin embargo, muchas veces nos encontramos abrumados y estresados por nuestras responsabilidades y el ritmo acelerado de la sociedad actual. En medio de este caos, es común que descuidemos nuestra capacidad de concentración y nos dejemos llevar por distracciones constantes.

Pero, ¿qué pasaría si te dijera que aumentar el tiempo que pasamos en estado de profundidad puede ser la clave para maximizar nuestro sentido y satisfacción en la vida laboral?

Esto es precisamente lo que la autora Cal Newport nos revela en su libro «Deep Work», donde nos explica cómo el estado de profundidad es esencial para aprovechar al máximo la maquinaria compleja de nuestro cerebro humano.

Pero, antes de entrar en detalles sobre cómo lograr este estado, es importante entender de qué se trata y por qué es tan relevante en nuestra vida.

La profundidad es un estado mental en el que nos enfocamos por completo en una tarea o actividad específica, sin distracciones externas ni internas. Es un estado de atención plena que nos permite sumergirnos por completo en lo que hacemos y obtener mejores resultados en nuestras acciones.

En contraste, el estado de superficialidad ocurre cuando nos encontramos constantemente conectados a dispositivos electrónicos y redes sociales, cambiando de tarea rápidamente y realizando varias cosas a la vez. Este estado se ha vuelto cada vez más común en la sociedad actual y está afectando nuestra capacidad de concentración y desempeño en el trabajo.

Entonces, ¿cómo podemos lograr este estado de profundidad y sacarle el máximo provecho en nuestra vida laboral? Para empezar, debemos entender cómo funciona nuestro cerebro y cómo la profundidad nos beneficia en este aspecto.

El cerebro humano es una máquina compleja que está en constante actividad, incluso cuando no estamos realizando ninguna tarea específica. Sin embargo, cuando nos enfocamos en una tarea en particular, nuestro cerebro utiliza diferentes redes neuronales para procesar la información y realizar dicha actividad de manera óptima.

¿Qué quiere decir esto? Cuando nos encontramos en estado de profundidad, nuestro cerebro está en alerta máxima y utiliza todas sus capacidades para llevar a cabo esa tarea específica. Esto se traduce en mayor eficiencia, mejores resultados y una sensación de satisfacción al finalizar.

Por el contrario, cuando nos dejamos llevar por la superficialidad y estamos constantemente conectados a distracciones, nuestro cerebro no puede enfocarse adecuadamente en una sola tarea y terminamos realizando todo de manera mediocre.

Un ejemplo claro de esto lo podemos ver en el mundo laboral. Muchas veces, en medio de una tarea importante, nos distraemos con notificaciones en el celular o correos electrónicos que no son urgentes. Al final del día, nos damos cuenta de que no hemos logrado avanzar lo suficiente en nuestro trabajo y nos sentimos frustrados por no haber sido lo suficientemente productivos.

Por el contrario, cuando nos enfocamos en una tarea específica, sin distracciones, podemos lograr un mayor rendimiento y completar nuestras actividades en un menor tiempo. Esto no solo nos permite ser más eficientes, sino también tener más tiempo libre para dedicar a otras actividades o para descansar.

Otro aspecto importante de la profundidad es que nos permite alcanzar un estado de fluidez. La fluidez es un estado mental en el que nos sentimos completamente inmersos en una actividad, perdiendo la noción del tiempo y del entorno. Es una sensación de éxtasis y plenitud que se logra cuando estamos enfocados en una tarea que nos reta y en la que utilizamos nuestras habilidades al máximo.

En nuestra vida laboral, buscar actividades que nos permitan alcanzar la fluidez puede ser clave para nuestro crecimiento y satisfacción. Esto no solo nos brinda un sentido de logro, sino también nos ayuda a desarrollar nuevas habilidades y a mantenernos motivados en nuestro trabajo.

Por ejemplo, imaginemos que somos fotógrafos y nuestro trabajo consiste en tomar fotos para una revista. Si nos enfocamos en nuestra tarea y buscamos siempre la excelencia en cada foto, lograremos esa sensación de fluidez y obtendremos resultados de mayor calidad. Esto también nos permitirá mejorar y destacar en nuestra profesión.

En resumen, podemos ver que el estado de profundidad es fundamental en nuestra vida laboral y nos permite obtener mejores resultados, alcanzar la satisfacción y tener una sensación de plenitud. Para lograrlo, es necesario eliminar las distracciones y enfocarnos en cada tarea de forma individual y con atención plena.

Llevar a cabo este cambio en nuestra forma de trabajar puede ser un desafío, pero es esencial para tener una vida laboral más satisfactoria y productiva. Como menciona Gallagher en su libro, «vivir una vida de concentración es la mejor opción que existe». Sigamos su ejemplo y dediquemos nuestro tiempo y atención a las metas que hemos elegido para alcanzar el éxito y la felicidad en nuestro trabajo.