El Dolor de Perder: ¿Por Qué Nos Molestan Más las Pérdidas que Nos Alegran las Ganancias?
Si alguna vez has sentido que perder 20 dólares te duele más que encontrar 20 dólares te alegra, no estás solo. De hecho, es algo que todos experimentamos en mayor o menor medida, y tiene que ver con algo que los psicólogos llaman «sensibilidad a las pérdidas». En este ensayo, vamos a explorar por qué nos afectan tanto las pérdidas y por qué parecen pesar más que las ganancias. Vamos a ver algunos puntos clave sobre este tema y qué autores y libros nos pueden ayudar a entenderlo mejor.
La Desproporción Entre Pérdidas y Ganancias
Lo primero que debemos saber es que, psicológicamente hablando, las pérdidas nos afectan más que las ganancias del mismo tamaño. Esto se conoce como aversión a la pérdida. Es decir, perder 10 dólares nos duele más que ganar 10 dólares nos alegra. ¿Por qué? Porque nuestras mentes están cableadas para evitar el dolor y el sufrimiento, incluso si eso significa que no vamos a disfrutar tanto de nuestras victorias. Daniel Kahneman, en su libro «Thinking, Fast and Slow», explora esta idea en profundidad y nos muestra cómo nuestras decisiones están influenciadas por este miedo a perder.
La Rápida Desensibilización
Otro punto interesante es que nuestra sensibilidad a las pérdidas disminuye rápidamente. Una gran pérdida de 10.000 dólares duele menos que diez pérdidas de 1.000 dólares cada una. Es como si nuestra mente se ajustara para manejar grandes golpes, pero los pequeños y constantes nos desgastan más. En «The Paradox of Choice» de Barry Schwartz, se discute cómo nuestras elecciones y las consecuencias repetidas pueden tener efectos duraderos en nuestro bienestar mental.
Las Ganancias Tienen Menos Impacto
Cuando se trata de ganancias, las cosas son diferentes. No solo las ganancias son menos impactantes que las pérdidas, sino que muchas ganancias pequeñas pueden sentirse mejor que una gran ganancia. Por ejemplo, ganar diez veces 1.000 dólares es más satisfactorio que ganar una sola vez 10.000 dólares. Esto tiene que ver con cómo nuestro cerebro procesa las recompensas. Richard Thaler y Cass Sunstein en su libro «Nudge» hablan de cómo pequeñas recompensas pueden motivar comportamientos más que grandes y únicas.
El Papel de la Perspectiva Temporal
Un aspecto crucial a considerar es cómo nuestra perspectiva temporal afecta nuestra sensibilidad a las pérdidas y ganancias. Una pérdida inmediata duele más que una pérdida que esperamos en el futuro, y lo mismo ocurre con las ganancias. George Ainslie en «Breakdown of Will» explora cómo nuestras preferencias temporales pueden hacer que reaccionemos de manera desproporcionada a las pérdidas y ganancias inmediatas.
Estrategias para Manejar la Aversión a la Pérdida
Finalmente, es importante saber cómo podemos manejar esta aversión a la pérdida para tomar mejores decisiones. Aprender a reevaluar nuestras expectativas y aceptar que las pérdidas son parte de la vida puede ayudarnos a lidiar mejor con ellas. «Thinking in Bets» de Annie Duke ofrece estrategias sobre cómo podemos pensar de manera más probabilística y menos emocional acerca de las pérdidas y ganancias.
Referencias
- Kahneman, D. (2011). Thinking, Fast and Slow. Farrar, Straus and Giroux.
- Schwartz, B. (2004). The Paradox of Choice: Why More Is Less. Harper Perennial.
- Thaler, R., & Sunstein, C. (2008). Nudge: Improving Decisions About Health, Wealth, and Happiness. Yale University Press.
- Ainslie, G. (2001). Breakdown of Will. Cambridge University Press.
- Duke, A. (2018). Thinking in Bets: Making Smarter Decisions When You Don’t Have All the Facts. Portfolio/Penguin.